Periódico independiente de la provincia de Mendoza

Opinión

CONSECUENCIA SOBRE ESTE GRAVE PROBLEMA

Al contrario de lo que piensan muchos desde fuera, en las villas viven sobre todo trabajadores. Basta ver su aspecto a las cinco de la mañana, con enormes colas para subir a los colectivos o el ruido de las motocicletas. Son albañiles, empleadas domésticas, personas con oficios clásicos -hay  ayudantes de cocina o playero de estaciones de servicios que acaban allí por su ubicación en pleno centro, porque es algo más barato –no mucho- y sobre todo porque se alquila de palabra, sin avales. En el resto de la ciudad los propietarios piden garantías imposibles para estos trabajadores precarios, muchos en negro.

Más de un cuarto de millón de mendocinos (no hay datos oficiales),residen en villas miserias, sin ningún título de propiedad, ocupando terrenos públicos. No pagan luz ni agua, que sacan de donde pueden, o a algunos les dan luz subsidiada. Por eso están rodeados de cables y mangueras por todas partes, con desagües improvisados que se colapsan enseguida.

“Aquí no hay muchos robos en las casas. Porque vivimos tan pegados que siempre hay ojos mirando. Ahora mismo nos están escuchando todo”, dice una señora con un bebé en brazos. “Acá vivimos tan hacinados que ahora discutimos por whatsapp, cada uno en un lado de la cama, para que no se enteren los vecinos. Muchos en la villa lo hacen” y viven sin título de propiedad, apiñados en las villas miseria. Compran, venden y alquilan sin papeles. El Gobierno da el primer paso…estan urbanizando muchas villas, dotándolas también de servicios básicos. Muchos de ellos pronto se irán a otros terrenos, porque no pueden pagar luz, agua y gas. Un caso curioso es que muchos de ellos tienen celulares que cuestan más de diez mil pesos y  zapatillas de 2 mil pesos.

Los cálculos del Gobierno indicaban que a esta altura del año la reanimación del consumo sería un hecho y el humor social ya habría comenzado a mejorar, en línea con las necesidades electorales.

Desde que asumió, el Gobierno se enredó en una sucesiva ronda de promesas y generó expectativas superiores a las concretadas, por no entender una regla de oro: si el crecimiento no llega al bolsillo, sirve de poco y nada.

Se le hace cada vez más difícil a Cambiemos pedirle paciencia a las empobrecidas barriadas , cuando el Gobierno favoreció de entrada a sectores como el campo y la minería, profundizó el endeudamiento y aplicó un fuerte ajuste sobre los sectores medios.

Los tarifazos dejaron exhaustos los bolsillos -sobre todo por las alzas del gas y el agua- e inundaron de una precaución extrema a los hogares que aún mantienen margen de ahorro.

La suba de tarifas y la apertura de las importaciones, sumada a la perdida de poder adquisitivo, representó un golpe demoledor para las pymes, animadoras del consumo por su capacidad de movilizar la economía.

El Gobierno también puso en alerta a los sectores medios, autorizando aumentos en las cuotas de las prepagas que están dejando afuera a miles de socios. Otros productos que achican el bolsillo son los aumentos de medicamentos, farinacios, lácteos, y verduras y frutas de estación.

El alza en los combustibles y la apertura de un debate desde la microeconomía, tal vez subestimada por los especialistas y los gurúes de las finanzas, juega un rol clave para la obtención de consensos políticos.

Quiere decir que por más que el Producto Bruto haya empezado a remontar, la utilización del asfalto sea récord o la construcción empiece a alcanzar la cresta de la ola, si los habitantes del conurbano profundo no pueden llevar el pan a la mesa, o comprarle la leche a los chicos, cualquier estrategia quedará desbaratada.

Cuánto tardará en notarse en el consumo la reactivación mostrada por sectores clave como la construcción, el mercado automotriz y el rubro inmobiliario, es la pregunta que urge al Gobierno nacional ante la inminencia de las elecciones legislativas.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, había afirmado que el consumo se reactivaría a partir de mayo o junio del 2017, una vez que se cerraran las paritarias.

Incluso, arriesgó que este año la mejora del poder adquisitivo le ganará por «goleada» a la inflación.En contra el ministro de produccion Cabrera anticipo que la inflación anual rondará en el 20 %, 3 puntos más que el indice auspiciado desde el gobierno.

El gobierno de Mauricio Macri hizo un gran esfuerzo para lanzar, por primera vez en más de una década los créditos hipotecarios en pesos a 30 años, y cuando lo logró, dejó escapar el dólar de modo tal que lo que sería una buena noticia se convertiría en un dolor de cabeza para los tomadores de préstamos a quienes se le cambiaba una variable clave en el rubro inmobiliario.

– Le dio un golpe demoledor a un elemento clave para mantener niveles aceptables de consumo, como el Ahora 12, por creer que alentando las ventas al contado los precios bajarían. Debió rebobinar sobre la marcha, pero el daño ya estaba hecho.

Este desconocimiento sobre aspectos clave del funcionamiento de la economía argentina tiene consecuencias en la pérdida de adhesiones que pasadas las PASO todo se concentrará en lo que suceda en Octubre.

Dujovne, admite que el consumo viene «más lento de lo que nos gustaría», pero promete que se acelerará en los próximos meses.

Tal vez por eso, una estrategia secreta recorre los pasillos de la Casa Rosada, y empezó a ser transmitida entre los principales referentes del empresariado, preocupados por la posibilidad de un retorno del populismo estatista del kirchnerismo.

En reuniones reservadas, Marcos Peña, el poderoso jefe de Gabinete, le habría dicho a las principales corporaciones empresariales que las legislativas de este año se definirán en octubre, cuando la economía ya esté operando en crecimiento, también del consumo.

El tiempo dirá si ese pronóstico se concreta.

Por hector Ariño

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *