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Opinión

LEYES CALIENTES

Presidente Mauricio Macri sostuvo  que si la reforma previsional no sale de Diputados tal como la aprobó el Senado, la inercia del aumento del gasto social se transformará en una bola de nieve que hará explotar a la economía.

Fue una sinceridad brutal, del propio Jefe de Estado como nadie de su gobierno lo había hecho antes. Si uno analiza los números fríos el total del gasto social se está volviendo cada vez más alto, más rígido y menos controlable  llegando al  57 por ciento del total de la seguridad social

De esos números  el 76 por ciento del gasto primarios  y el 57 por ciento a la seguridad social el resto del presupuesto nacional se invierte de esta manera; el 8.1 por ciento que se destina a la Educación, un 4.3 por ciento a la Salud, un 2.3 por ciento a la Promoción Social y un 2.2 por ciento a Vivienda y Agua. El 24 por ciento que resta del presupuesto se usa para pagar las obras públicas, los subsidios a la energía y el transporte y las remuneraciones de toda la administración del gobierno nacional.

El Presidente Macri le adjudica la responsabilidad a Cristina Fernández quien decidió incluir en el sistema a más de 4 millones de personas que no habían hecho los aportes para jubilarse.  El sistema previsional tenía, hasta la inclusión compulsiva de quienes  no habían aportado, 3 millones y medio de beneficiarios. Sus haberes se calculaban con una fórmula casi exclusivamente vinculada a la recaudación de la ANSES. Pero a partir de la inscripción de los nuevos beneficiarios sin aportes, el gobierno anterior uso  financiamiento de bonos externos o impresión de billetes sin respaldo

Esa maniobra ejecutada entre 2010 a 215 le produjo al Gobierno aproximadamente 65 mil millones de pesos adicionales. Pero hoy ese «gasto» se elevó hasta representar casi el 100 por ciento del déficit primario. Es decir: unos 400 mil millones de pesos. Por los que los técnicos económicos  del gobierno de cambiemos señalan que si no se aprueba la reforma que incluye el cambio de fórmula en el cálculo, no habrá manera de bajar un punto del déficit fiscal, que es la meta a la que se comprometieron en el Presupuesto.

El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne admite que, si se aprueba la reforma, en marzo, en comparación con el sistema de cálculo todavía vigente, el sistema se empezará a ordenar. Pero en la secretaría de Hacienda insisten en que, cuando 2018 finalice, los haberes jubilatorios se terminarán ubicando por encima del 5 por ciento de la inflación acumulada. «Ni siquiera tomamos en cuenta el nivel del costo de vida que planteamos en el Presupuesto, sino un promedio del que pronostican las consultoras privadas» me explicó un alto funcionario del área.

Desde el gobierno se insiste que con la nueva le y aprobada  los jubilados, pensionados y también quienes reciben la asignación por hijo, recibirían, en marzo del año que viene, un aumento del 5.7 por ciento, en junio del 5.6 por ciento, en septiembre del 4.7 por ciento y en diciembre del 4.2 por ciento, lo que representaría un incremento del 22 por ciento contra una inflación de casi el 17 por ciento. A esto habría que agregarle un bono de 800 pesos que se pagaría en dos veces como medio de equipar la suba inflacionaria de los últimos meses del año. Sin embargo, ahora mismo, en Argentina es de 1.1 aportante por cada beneficiario. Hay  especialistas proponen fórmulas distintas. Pero en general coinciden en impulsar un registro voluntario de inscripción en el sistema jubilatorio por encima de la edad estipulada, que hoy es de 65 años para los varones y 60 para las mujeres. Hay quienes sostienen que lo primero que habría que hacer es equiparar los derechos, basados en la igualdad de géneros y las estadísticas que sostienen que las mujeres son más fuertes, se enferman menos y mueren después que los hombres.

Por arriba de lo que insisten los del gobierno ,y sus socios del FMI, sería bueno volver a discutir una reforma tributaria para que paguen mucho más los que acumulan más riqueza y los grupos de presión sean denunciados por los funcionarios del Estado que consideran sus reclamos abusivos. En este contexto, el anuncio de la baja del gasto político parece música para los oídos de los votantes de Cambiemos, pero los que saben de presupuesto no se engañan: el impacto que tendrá en el déficit será mínimo, para no decir nulo.

Un aparte es los acontecimientos que se suscitaron en adyacencias y aún dentro del Congreso Nacional. Miraba  imágenes y fotos  de los hechos de violencia y veía  a esos jóvenes “gremialistas” que son los mismos jóvenes  “Mapuches”, que son los mismos que cortan calles, rompen monumentos, destruyen. Y llama la atención que haya diputados y ex diputados que  comandan las protestas,  me refiero a Máximo Kirchner, Nicolás del Caño. Victoria Donda y otros.

Hay otras leyes para tratar como lo es la que modifica los impuestos y en esa los legisladores tendrán la oportunidad de hacer pagar impuestos a muchos sectores que evaden y otros que están incomprensiblemente exentos. Fin de año muy cálido y con tormentas dicen los pronósticos climáticos, esperemos que en el Congreso Nacional la cordura prive a los “representantes del pueblo” para legislar a favor de lo que los votaron.

HÉCTOR ARIÑO

 Periodista observador@hayoo.com

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