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Productos del agro se remarcan hasta un mil por ciento

La producción regional tiene precios irrisorios  para los agricultores, pero a la hora de llegar a la góndola para su venta al por menor, termina remarcada con índices en algunos casos descabellados. Productores y consumidores son los eslabones débiles de la cadena.      

En sectores donde nuestro departamento tiene un alto potencial, como el área de la fruticultura, advierten que muchos productos, además de enlatados y frutos secos, se remarcan en un alto porcentaje con respecto a lo que recibe el productor. Lo paradójico de esto es que, al mismo trabajador directo de la tierra, quien le imprime la mayor mano de obra al resultado final del proceso productivo, es el que cobra menos por su trabajo. Desde el sector agrario local advierten que en algunas frutas se remarcan en casi el 1000 por ciento de diferencia.

En sectores donde nuestro departamento tiene un alto potencial, como el área de la fruticultura, advierten que muchos productos, además de enlatados y frutos secos, se remarcan en un alto porcentaje con respecto a lo que recibe el productor. Lo paradójico de esto es que, al mismo trabajador directo de la tierra, quien le imprime la mayor mano de obra al resultado final del proceso productivo, es el que cobra menos por su trabajo. Desde el sector agrario local advierten que en algunas frutas se remarcan en casi el 1000 por ciento de diferencia.

Las razones de estas diferencias en los precios, desde el sector, la adjudican mayormente al juego de la libre oferta y demanda. Uno de los integrantes de la Federación Agraria del sur de Mendoza, Carlos Achetoni, explicó al respecto: “Eso sí se  ve mucho en los productos de verano como la ciruela, durazno, damasco llega en algunos casos a implementarse el 1000 por ciento de diferencia en los precios. Al productor se le paga 2 pesos el kilo, y al consumidor le llega a 20 o 30 pesos”. Por otro lado, destaca que con la uva se da una cuestión general, ya que en febrero se empieza a comercializar. “Se dan las mismas condiciones de desfasaje en los precios”.

Desde el Sindicato de la Alimentación, Ricardo Vertero, señala: “ Con los productos enlatados, pagan alrededor de 10 u 11 pesos la lata y después en la góndola la ponen a 45 o 42 pesos. En el caso de todo lo que es conserva desde tomate, durazno”. Además, agregó: “El damasco se pagaba 1 peso o 1,50 y lo estaban vendiendo a 38 pesos. Los hipermercados se quedan con toda la plata tanto de las industrias como de la gente, porque en realidad los costos de ellos son muchos más bajos y remarcan , es impresionante”.

Por otro lado, destaca que una lata de durazno que les cuesta unos 9 pesos, hay supermercados en donde niguna lata vale menos de 40 pesos. “Vienen con una lista de precios y te dicen estos son los precios que yo voy a comprar. Le aplican un 350 por ciento”.  Además, con respecto al vino local: “Con el vino pagan 5 pesos el litro de malbec y uno va a la góndola y hay botellas de todo precio de 100, 120 , 80 . Si vos te ponés a pensar, al productor le pasan 1 peso o 1,80, el bodeguero lo vende 5 o 6 pesos el litro, pero en la góndola encontrás vinos desde 40 pesos para arriba el más barato”.

En tanto que desde uno de los secaderos locales, Daniel Senarega, explicó respecto a las frutas desecadas, como el caso de la ciruela: “Le remarcan alrededor de un 200% en ciruela desecada. Uno se lo vende al supermercado a 25 pesos el kilo descarozada y ellos la han estado vendiendo como a 50 pesos”. Además, señala que al comprar al por mayor, le disminuyen aún más el precio a unos 27 pesos el kilo de ciruela. “Ellos remarcan de ahí para arriba. También porque venden en paquetitos más fraccionados, con los que sacan diferencia también. Hay lugares que lo venden a granel, por ejemplo en las dietéticas, que también remarcan con mucho precio”. Pero señala que los supermercados es donde más se puede ver esta situación.

“Es un desastre, ellos te responden: vos pones el precio tuyo y el precio acá lo pongo yo. La ponga a 10 o 100 pesos la gente la va a llevar igual”. Yo creo que no es así. El 80 o 90 por ciento se vende afuera, la gente deja de comprar por el precio. Ellos tienen esa política, pero argumentan que el que lleva la ciruela desecada es un consumidor con poder adquisitivo, entonces la va comprar lo mismo se la ponga a 10 o 100 pesos. Además, manifiestan que se vende poco, por eso tienen que tener muy buen margen para ocupar la góndola con eso”, señaló el productor. Ante esta situación, advierten que todo “cae sobre las espaldas del productor”. Porque al tratarse en muchos casos de productos perecederos y al no darle los costos para conservarlos en frío,  la tienen que vender lo antes posible a ese precio al supermercado. “Además, hay competencia también ya que hay bastante mercadería. Se abusan de los precios, al no haber demanda castigan más al productor y le pagan menos”, destacó. Este “abuso” se puede ver mucho en los supermercados más grandes, donde no sólo se ve afectado el productor, sino también el cliente a la hora de pagar.

Fuente: Diario de San Rafael

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