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Opinión

Rechazo a la evaluación: ¿no tenemos destino?

Tiene múltiples preguntas de distinta índole, tiende a conocer nivel educativo y contexto socioeconómico y cultural en el que están insertos nuestro niños y adolescentes.

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Por Eduardo Mondino (*)

Durante muchos años, en cada mesa política, en reuniones sociales o familiares, discutía y me enojaba cuando alguien decía: «Este país no tiene destino». Desde mi visión, siempre encontré un argumento y una expectativa que me permitieran creer y transmitir que nuestro país tiene un gran destino, siempre mejor que el presente. Pero debo reconocer que, por primera vez, dudo de mi apreciación.

¿Qué me hizo dudar? La actitud asumida por algunos docentes o padres ante la evaluación escolar a nivel nacional.

La evaluación anónima, que tiene múltiples preguntas de distinta índole (algunas tal vez puedan considerarse innecesarias), tiende a conocer nivel educativo y contexto socioeconómico y cultural en el que están insertos nuestro niños y adolescentes.

Cuál es el inconveniente

Si partimos de la idea central de que cualquier política pública, para tener una posibilidad cercana a cumplir mejor sus metas, debe contar con la mejor información posible, ¿cuál es el inconveniente de llevar a cabo esta evaluación?

¿Cuál es el perjuicio que causa? ¿A quién agrede? ¿Por qué impedir contar con datos objetivos y de campo para determinar acciones para mejorar la formación de nuestros chicos en edad escolar y, a su vez también, por qué no saber qué necesidades tiene el actual cuerpo docente para llevar adelante su tarea?

Tengo la sospecha de que detrás de esta oposición se esconde una maliciosa actitud para no ver la realidad de nuestro sistema educativo, que muchos consideramos inadecuado y vetusto, y que en los últimos años se hizo poco o casi nada para cambiarlo.

El Fondo Incentivo Docente

Fui presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados de la Nación entre 1997 y 1999 (tiempos de la carpa docente). Después de muchos meses de amplio debate, llegamos a un gran acuerdo para crear el Fondo de Incentivo Docente. Se aprobó la ley por unanimidad, fue una forma concreta de volver a tener una visión nacional de la educación, luego de que las escuelas fueran traspasadas a las provincias.

Esa comisión la integraron personalidades muy importantes de la política argentina; entre ellas, estuvieron dirigentes gremiales como Marta Maffei y Mary Sánchez, como representantes de los docentes. Haber compartido aquellos debates y acuerdos con ellas me hace afirmar que jamás se les hubiese ocurrido oponerse a una evaluación educativa.

Esto es lo que me hace no poder comprender esta negación a saber, a conocer, a tener datos objetivos y no meros dibujos estadísticos engañosos.

Conocer donde estamos parados

Para que la educación deje de ser un lindo discurso en el que todos nos sentimos cómodos diciendo que es la prioridad y nos rasgamos las vestiduras por ella, empecemos a conocer a ciencia cierta dónde estamos parados, para ver si podemos hacer algo en serio para salir del estancamiento y la mediocridad.

Quiero seguir pensando y afirmando que nuestro querido país tiene un gran destino, ahora debo reconocer que muchas veces hay actitudes y acciones que me hacen dudar.

(*): Diputado nacional (M.C) y ex Defensor del Pueblo de la Nación

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