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Opinión

Suiza estudia reformar la neutralidad para expropiar fortunas de oligarcas rusos

Roman Abramovitch, dueño del club de futbol ingles, Chelsea

El gobierno federal, constituido por 7 miembros elegidos mediante el voto secreto del
parlamento, ha constituido un grupo de trabajo formado por expertos, para estudiar eventuales
reformas al principio de la neutralidad, que posibiliten expropiar 7500 millones de francos
congelados a oligarcas rusos en bancos locales, para destinarlos a la reconstrucción de Ucrania.
Suiza no forma parte de la Unión Europea, y mantiene un vinculo indefinible de aproximación a la
misma, actualmente en « estado vegetativo ». Pero respecto a las sanciones contra Rusia, la
Confederación Helvética se plegó a la mayoría de medidas de retorsión dispuestas por Bruselas,
sobre la base del postulado de no agresión entre los Estados, con fronteras reconocidas por la

Asamblea General, el parlamento de la ONU.
En ese contexto no es desdeñable el impacto potencialmente indirecto de la entrada el año
pasado de Suiza como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, motivando
la decisión de re-acondicionar la neutralidad. El respeto del derecho internacional público que
anima a ese órgano, exige obligaciones de quienes lo integran, no obstante su desvalorización
por el poder de veto de las 5 grandes potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial, antes
de crearse la ONU, siendo Rusia una de ellas.

Suiza va a presidir ese Consejo en mayo del 2023 y en octubre del 2024, al cabo sus dos años de
mandato, un desafió para un país que adhirió a la ONU recién en 2002, y que ve coronada su
diplomacia preconizando la defensa de los derechos humanos, y el derecho humanitario, toda
vez que rechaza el recurso a la fuerza para resolver antagonismos internacionales, preconizando
la paz, la seguridad y la neutralidad. Vende armas aunque prohibe utilizarlas en litigios entre
Estados, como acaba de hacerlo al no permitir a Alemania reexportar sus municiones a Ucrania.
De los 200.000 millones de francos suizos guarecidos por los oligarcas rusos en bancos locales,
los citados 7500 millones son una gota en el océano del blanqueo de dinero. De momento, la
Unión Europea ya tiene secuestrados 14 mil millones de dólares del mismo origen. Suiza se ha
sumado a la iniciativa, con el objeto de financiar la reconstrucción de Ucrania. Ello permitiría no
utilizar fondos propios para ayudar a Kiev, y concentrar sus reservas para enfrentar el incremento
de la pobreza interna en el seno de la población debido al aumento de los alimentos, el gaz y la
electricidad a causa de la guerra, agravados por el deficit que motivara la pandemia del Covid.

Entre los presuntos titulares rusos de cuentas en la banca helvética figura el magnate de materias
primas, Roman Abramovitch, gobernador y parlamentario de la región rusa de Tchoukotka,
confidente de Vladimir Putin, últimamente domiciliado en Chipre. Se le atribuyen ser titular de las
nacionalidades israelí y la portuguesa. En 2003 compró el club de futbol ingles « Chelsa ». Pero
en 2018 le rechazaron un permiso del residencia en el Canton suizo del Valais, bajo sospecha de
« blanquear dinero » y mantener supuestas relaciones con « organizaciones criminales ».

El bloqueo de fondos rusos en Suiza, motivó que Moscú pasara a considerarla país «inamistoso».
Sin embargo, Berna continua representando los intereses de Georgia, otro país invadido por
Rusia en el 2008, y viceversa. La propuesta helvética de representar también los intereses de
Ucrania y Rusia en la presente conflagración, no habría sido bien vista por Moscú. Berna no
expulsó diplomáticos rusos, ni prohibió el trabajo de medios de comunicación de Moscú.

Suiza alcanzará los 9 millones de habitantes en 2023, de los cuales 2,5 millones son extranjeros,
la mayoría residentes, quienes disfrutan de casi todos los derechos de los suizos, por haber
contribuido a la construcción de la riqueza nacional. La última cifra publica de pobreza, redondea
las 200 mil personas, mientras continuan funcionando en las grandes ciudades, puntos de
distribución gratuita de productos de primera necesidad, abastecidos por las autoridades,
creados durante la pandemia del coronavirus.

Desde Ginebra, Juan Gasparini

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