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Policiales

Una botella de fernet, clave para esclarecer un homicidio

Este envase, en el cual buscan rastros, lo tiraron al piso los autores del crimen de Rubén Baronio (52), ultimado de una puñalada en Las Heras.

Un testigo clave en el homicidio de Rubén Antonio Baronio (52), ultimado de una puñalada la noche del miércoles 2 de agosto en su casa de Las Heras, aportó datos de importancia para la causa. Se trata de un sereno que cuidaba unas máquinas que trabajaban en calle José María Godoy 388 y observó cuando salían corriendo al menos cuatro hombres de la escena. En ese trayecto, tiraron una botella que ahora es analizada por los peritos para saber si encuentran huellas y así identificar a los autores.

Ruén Baronio fue apuñalado en el pecho en la casa de José María Godoy.

Baronio, un empleado del Ecoparque, fue asesinado de un puntazo en el pecho aquella noche mientras su esposa había salido con sus hijos a una iglesia evangelista en Ciudad. La mujer, Jaqueline Palacios (42),contó cómo fue ese momento y pidió encontrar a los responsables: «Que pague el desgraciado que hizo esto»

En ese camino se encuentran los investigadores del caso que por estas horas están analizando una botella de fernet que fue hallada tirada en inmediaciones de la escena, en José María Godoy y Mitre. Un testigo clave fue quien aportó el dato: en primera instancia declaró que observó a cuatro jóvenes que salían corriendo del lugar y que esos mismos descartaron un envase cerca de una acequia. 

La moto que analizaron para también levantar rastros u otra evidencia.

Personal de Policía Científica, mientras trabajaba en la vivienda donde hallaron en cadáver de Baronio, recibió la orden del fiscal Carlos Torres, de Homicidios, y se dirigieron a esa esquina y secuestraron con máxima rigurosidad la botella de fernet (no trascendió la marca).

Con este elemento de vidrio, de importancia en el expediente, en los laboratorios de los peritos, ahora tratan de buscar rastros dactilares para poder identificar a quién la supo tener en sus manos (también inspeccionaron una moto que pertenecía a la víctima). Si bien aún no tienen resultados, esperan para las próximas horas algún adelanto para direccionar la pesquisa.

Hasta el momento, los sabuesos no tienen a sospechosos en la mira por lo que no hay detenidos.

A la espera de otros resultados

Mientras esperan por el análisis de esa botella secuestrada, también aguardan por los resultados de otros estudios de laboratorio del Cuerpo Médico Forense que se están realizando a unas prendas de vestir con manchas de sangre. Esta ropa fue secuestrada del domicilio al día siguiente del hecho de sangre, durante la reinspección de la vivienda.

La casa está ubicada en calle José María Godoy 388, entre Mitre y Sargento Cabral de Las Heras.

El hecho

El cuerpo de Rubén Baronio fue hallado aquel miércoles pasadas las 23. Fue su pareja quien lo descubrió cuando regresó de la inglesia y lo trató de auxiliar. Sin embargo, la víctima estaba sin vida producto de un puntazo que recibió en el pecho. También tenía golpes en la cara y le habían partido un par de dientes.

Jaqueline Palacios el día después del homicidio.

La pareja tenía una hija de cinco años en común y estaban ampliando la casa que compartían desde hace años. Se habían casado en noviembre del año pasado luego de ocho años de estar de novios. 

La mujer, al encontrar el cuerpo, llamó al 911 y personal policial confirmó que se trataba de un crimen y comenzó a indagar el hecho.

Si bien en un primer momento pensaban que se había tratado de un robo, esta línea investigativa cada vez pierde más fuerza.

«No tenía pertenencias como para que lo asaltaran», detallaron. La esposa, sin embargo, aseguró a este diario aquella mañana que quizás los autores «pensaron que había plata en la casa pero no teníamos. La pieza estaba revuelta y habían tirado un televisor plasma que tenemos», explicó

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