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Salud

Yoga: Asanas para la artritis

Posturas simples de yoga para prevenir y aliviar los dolores.

La artritis que es una enfermedad de carácter inflamatorio, se inicia generalmente entre los 30 y 40 años produciendo dolor, entumecimiento y hormigueo en las articulaciones del cuerpo.

El yoga, al ser una técnica psicofísica aporta técnicas antiestrés y de relajación, fortalecimiento de los músculos y las articulaciones reduciendo los síntomas de la artritis y ayudando a su prevención.

Toma de conciencia-Postura de la montaña

Parados con los pies separados un ancho de caderas, los brazos sueltos a los costados del cuerpo, percibimos como tenemos el cuerpo y la respiración. Nos concentramos en la respiración en un inhalar y exhalar siempre por la nariz de forma profunda.

Flexibilización de la columna vertebral: De la posición anterior con las piernas separadas un ancho de caderas. Inhalamos y al exhalar el mentón se apoya en el pecho, el tronco desciende vertebra por vertebra hasta llegar al suelo, caminamos con las manos hasta la posición de cuatros apoyos (rodillas-manos), inhalamos arqueando la espalda llevando levemente la cabeza hacia atrás (de ser necesario abrir la boca para no violentar cervicales) y al exhalar llevamos la cabeza hacia adentro curvando la espalda. Repetimos 7 u 8 veces.

Articulación de los dedos y muñeca: Inhalando nos sentamos sobre los talones de ser posible, o con las piernas estiradas hacia adelante. Inhalamos elevamos los brazos por delante de los ojos, hasta la altura de los hombros, llevando las palmas de las manos hacia el frente, exhalamos todo el aire. En la próxima inhalación separamos la distancia entre los dedos y al exhalar cerramos los dedos empuñando los pulgares realizamos este movimiento 6 o 7 veces.

Mantenemos los brazos a la altura de los hombros con las palmas hacia adelante-los dedos hacia arriba y al exhalar dejamos que desciendan las manos-los dedos hacia abajo, aflojamos las muñecas.

Articulación de los tobillos y pies: Extendemos las piernas hacia adelante y las movilizamos con la espalda recta. Inhalando y exhalando por la nariz movilizamos los pies para cada lado y luego juntos para el mismo lado, cerramos y abrimos los dedos de los pies, juntamos los pulgares de los dedos de los pies y comenzamos a generar un movimiento de rotación desde el tobillo, realizando circunferencias hacia un lado y hacia el otro. Lo repetimos 6 veces

Beneficios de esta practica: Flexibiliza las articulaciones favoreciendo su movilidad, fortalece los músculos, elimina tensiones, favorece la interiorización.

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