Periódico independiente de la provincia de Mendoza

Opinión

ALBERTO FERNANDEZ ENTRE LA NOCHE Y EL DIA.

En la Casa Rosada están convencidos que en la elección de medio término se va a plebiscitar la gestión de la pandemia que hizo Alberto Fernández. Por eso será importante resaltar el valor de la vida. Las que pudo salvar el Gobierno con las medidas restrictivas que aplicó y con las vacunas que logró traer al país desde el comienzo del operativo de vacunación en la última semana de diciembre del 2020.

Para septiembre el gobierno de Fernández cree que la vida de los argentinos sufrirá un cambio importante respecto a la cantidad de protocolos con los que se viven. Para ese entonces podría estar vacunada, con una sola dosis, toda la población mayor de 18 años, lo que debería reflejar una caída en la curva de contagios y, en consecuencia, una disminución de internaciones y fallecimientos.

La vacuna es la única salvación. Así lo ha descripto infinidad de veces el Presidente. Y ese conducto hacia una nueva vida está en manos de la gestión del gobierno nacional. Por eso la política sanitaria del Frente de Todos será uno de los ejes en el debate público preelectoral que se avecina.
Sin embargo, la llegada de vacunas a gran escala es una noticia del presente. Lo que quiere decir que en el futuro, específicamente entre los meses de septiembre y noviembre, donde se realizarán las PASO y las elecciones generales, ya no tendrá el impacto que tiene en la actualidad. Para ese entonces el arribo de dosis se habrá naturalizado y el factor sorpresa, siempre positivo, habrá quedado desintegrado en el tiempo.

En ese contexto el principal eje de la campaña estará puesto en la recuperación económica que el Gobierno piensa que podrá mostrar de aquí en adelante. Durante los días que vienen harán hincapié en la importancia que tendrá en el bolsillo de muchos argentinos el proyecto que permitirá que los trabajadores que cobren hasta $150.000 bruto no sean alcanzadas el impuesto a las ganancias.

Según estima el Gobierno, la ley que se aprobó en abril pasado y que fue reglamentada hace 5 días, beneficiará a 1.200.000 trabajadores. Además, se efectuará la devolución de las retenciones que se hicieron en lo que va del año, correspondientes a los salarios de los primeros cinco meses del 2021. Será en cinco cuotas mensuales.

Otro de los temas que se buscará resaltar son las mejoras salariales que se cerraron en la mayoría de las paritarias, donde se respetó el piso del 29% de aumento que había proyectado el Gobierno. El problema central sigue siendo la inflación, que si bien se desaceleró en mayo con un 3,3%, respecto al 4,1% de abril, aún sigue siendo muy alta.

En los últimos doce meses en Argentina hubo un 48,8% de inflación. En lo que va del año ya alcanzó el 21,5%. El aumento de precios permanente desgasta la gestión económica del Gobierno y, sobre todo, impone una percepción negativa en la sociedad respeto a su futuro económico.

Ahora, sin réditos políticos partidarios es otra cuestión y en ella hay mucha lectura para hacer porque sí existieron con diferentes intensidades y ecos tanto de la provincia como para el país.

También sabe que corre el reloj de los 60 días para acordar con el Club de París y que en setiembre tiene un vencimiento con el FMI. Ante esta preocupación, no olvidemos las fechas electorales, deberá el ministro Guzmán multiplicar los esfuerzos para acordar. Un default no sería una buena noticia. En cuanto a la inflación, el gobierno apuesta a una baja en mayo, se habla de 3,5%; y de junio en adelante cree poder tener inflaciones mensuales del 1,8 al 2%.

Sobre el cierre de la exportación de carnes, hubo tensiones internas en el gabinete sobre la conveniencia o no de esta política. A muchos integrantes del mismo les cuesta entender que el ciclo de cría del ganado es de dos años y medio aproximadamente, muy diferente al de un pez o al de la soja. El Presidente sabe que cerrar las exportaciones es el peor de los caminos pero dice: “Lo venía advirtiendo, y si no tomaba esta medida no hubieran aparecido los bolseros, prácticas fraudulentas, subfacturación, etc”. Lo cierto es que no se debió llegar a este extremo cerrando todo el sector y perdiendo a mayo U$S 200 millones de ingreso, cuando el Estado, como ya hemos dicho vía AFIP, puede accionar mecanismos de control. El Gobierno puso sobre la mesa el sistema de cuotas incrementales de acuerdo al precio, y esto fue rechazado de plano dado que ya se experimentó y no resultó. Por estas horas se convocaría a los ganaderos y a los feedloteros. Mientras tanto, la mesa de Enlace le pidió el pasado viernes una reunión al Presidente, cuya respuesta aún no había llegado al cierre de este artículo. La idea de este sector es que concluya el período de los treinta días de cierre y luego, si no hay acuerdo, habrá medidas de paralización de toda la cadena del campo.

Aunque los argentinos tal vez no nos demos cuenta porque por momentos estamos en aquella primera revolución industrial de la máquina a vapor del siglo XVIII, hoy estamos ante la llamada industria 4.0. El ing. Bertero subraya: “La cuarta revolución industrial se caracteriza por una fusión de nuevas tecnologías en la física, la informática y la biología, que incluyen: la robótica, la inteligencia artificial, la biotecnología, internet de las cosas, impresión 3D, vehículos eléctricos autónomos y computación en la nube. Básicamente, la industria 4.0 crea las fábricas inteligentes”.

Mientras la Universidad sigue preparando a los actores de una Argentina moderna, la política no acompaña.
No prevé, entre otras cosas, cómo preparar a los trabajadores para este desafío. Si no lo hace, serán los analfabetos del 4.0. En definitiva, es hora de dejar de hablar semanas de una cláusula de Pfizer y debatir abiertamente un modelo de país para nuestra alicaída Nación.Dejar definitiviamente la noche y el día a que los somete diariamente el actual gobierno.

Héctor Ariño
Periodistaobservador@yahoo.com.ar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *