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Opinión

Ante el terrorismo solo cabe la condena incondicional

Al equiparar hechos de distinta naturaleza, el Gobierno parece desconocer el legítimo derecho de defensa de un pueblo que es sometido permanentemente a ataques en su territorio
En las últimas horas, cientos de misiles fueron lanzados contra el territorio soberano del Estado de Israel por la organización terrorista Hamas desde la Franja de Gaza provocando al menos varias muertes y decenas de heridos.

Ataques de esa naturaleza forman parte -desgraciadamente- de la vida diaria en esa región. Pero, el accionar de Hamas adquirió las características de lo extremo. En un hecho infrecuente, los ataques provocaron que sonaran alarmas en el centro del país, en donde tiene asiento Tel Aviv y alrededores y donde vive gran parte de los 8,5 millones de habitantes del Estado de Israel. El propio movimiento islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza desde hace años, reconoció haber lanzado 130 cohetes contra Tel Aviv.

En tanto, un comunicado de la Cancillería argentina se conoció horas después. El mismo expresó la “honda preocupación” del Gobierno Nacional ante “el dramático agravamiento de la situación en Israel y Palestina” y “el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes ante protestas por posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan, así como por la respuesta a través del lanzamiento de misiles y artefactos incendiarios desde la Franja de Gaza”.

Cada vez que el canciller Felipe Solá abre la boca dice una burrada. ¿Cuántas más tendremos que esperar? Los casos son continuos y coincidentes: desde insultar a Senadores en plena interpelación parlamentaria hasta inventar el contenido de un diálogo entre los presidentes argentino Alberto Fernández y su par norteamericano Joe Biden que nunca existió, pasando por afirmar que “como el tema Venezuela es tóxico, lo que tenemos que hacer, es obviar el tema, para hablar de temas más importantes” o acusar, sin ahondar en el tema o pedir explicaciones, a Israel de “utilizar métodos represivos desproporcionados” al repeler un ataque contra su población.

Todas sus intervenciones son equivocadas, agresivas u ofensivas respecto de países amigos, a los que necesitamos y a quienes les pedimos continuamente apoyos que resultan indispensables. Por ejemplo, Israel, a quien le pedimos tecnología para vacunas; Estados Unidos y a las autoridades del FMI -que integramos- por la deuda, y ni hablar de las actitudes con nuestros vecinos y socios del Mercosur.

Se suele cargar las tintas sobre sus limitaciones lingüísticas, pero creo que son las menos trascendentes. El problema de fondo es su profundo desconocimiento sobre los fenómenos más significativos que ocurren en el mundo del siglo XXI.

Las palabras utilizadas por las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores no pueden sino ser interpretadas como la búsqueda de transmitir el pensamiento de quienes la formulan. Al equiparar los hechos, parece desconocer el legítimo derecho de defensa de un pueblo que es sometido permanentemente a ataques en su territorio.

El comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino, a su vez, contradice la postura del gobierno norteamericano que emitió una firme condena a los ataques. El portavoz del Departamento de Estado Ned Price afirmó que “Israel tiene derecho a defenderse” y “responder” a los ataques. Poco después, el secretario de Estado Antony Blinken se comunicó con su par israelí Gabi Ashkenazi y reiteró las seguridades del tradicional apoyo norteamericano al que es su principal aliado en Medio Oriente. En el mismo sentido se expresó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Jake Sullivan quien en una comunicación con su par israelí Meir Ben-Shabbat transmitió la condena por el ataque de Hamas y otros grupos terroristas en Gaza contra Tel Aviv y Jerusalén y sostuvo que el Presidente Joe Biden reafirmó su convicción sobre el derecho del pueblo israelí a defender su territorio.

En el mismo sentido se expresó el gobierno alemán. A través de un comunicado, su ministro de Relaciones Exteriores Heiko Maas condenó el ataque de Hamas y lo tachó de “absolutamente inaceptable” al tiempo que reconoció el derecho de Israel de a la “auto-defensa”.

La actitud del gobierno argentino no puede sino merecer el reproche de quienes creemos firmemente que el terrorismo resulta inaceptable en todas sus formas. La Argentina fue blanco del terrorismo internacional en los atentados contra la Embajada de Israel en 1992 y contra la AMIA en 1994. Las heridas por esos trágicos hechos todavía permanecen abiertas y el homenaje a sus víctimas nos obliga a no cesar jamás en la condena a hechos de esa naturaleza.

Actos deleznables como ellos nos obligan al imperativo de rechazar en palabras y actos cualquier forma de extremismo y la intolerancia. Frente a actos como los cometidos por Hamas en el día de la fecha no corresponde nada salvo un firme repudio.


Héctor Ariño
Periodistaobservador@yahoo.com.ar.

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