Así operaba la banda que estafó al Pami por $50 millones
Funcionarios de la obra social y del ministerio de Seguridad dieron a conocer mayores detalles de los trece allanamientos desarrollados ayer, por los cuales fueron detenidas siete personas. Hay farmacias e imprentas involucradas.
La Policía Federal desarrolló ayer trece allanamientos en nuestra provincia, a raíz de una investigación que se inició en el 2012 por una denuncia del ex director ejecutivo del PAMI, Eduardo Hernández, respecto a la desaparición de recetarios y sellos de médicos. Seis personas fueron detenidas en Mendoza y una séptima en un procedimiento realizado en Córdoba. Dos de ellas eran empleadas de la sede central de la obra social, quienes serían los “cabecillas” de la banda que habría estafado al organismo en $50 millones.
Este mediodía, funcionarios del PAMI y el ministerio de Seguridad dieron detalles del operativo y del modus operandi con el cual la organización llevaba cabo el desfalco, en el cual también hay farmacias e incluso imprentas involucradas.
El Jefe de la Policía Roberto Munives, especificó que hay un octavo integrante identificado, pero que permanece prófugo y es buscado en varias provincias.
Roberto Acosta, director de Lucha contra el Narcotráfico, informó que los involucrados tienen algún lazo familiar entre ellos y que los empleados del PAMI eran los principales responsables, ya quetenían acceso a la base de datos de la obra social, que fue el punto de partida del engaño millonario.
De allí se extraía información relacionada a pacientes con diabetes u otras enfermedades, cuyos medicamentes son cubiertos en un 100% por el Pami, tales como la insulina. Se diagramaba una receta con sellos reales de médicos que habían sido robados en el pasado, se adquirían las drogas en las farmacias con carnets obtenidos ilegalmente (algunos de personas fallecidas), y el troquel de la caja del remedio era repuesto por uno falsificado, para finalmente comercializar el medicamento en el mercado negro de otras provincias.
Además de los dos trabajadores del Pami, que diagramaban la logística, había un coordinador general de las operaciones ilegales, un falsificador de firmas, un recolector de medicamentos y carnets, un operador en las farmacias y el distribuidor de las drogas en otras provincias. La persona prófuga es quien coordinaba el tráfico de los productos entre Mendoza, San Luis, Córdoba, Buenos Aires y Capital Federal, donde eran distribuidas.
La causa, caratulada como estafa agravada al Estado y asociación ilícita, recayó en el juez federal Marcelo Fabián Garnica, quien dispuso los allanamientos.
El director del PAMI, Carlos Valcarcel, se mostró sorprendido por la cifra que alcanzó la estafa, fondos con “los que podríamos hacer hecho muchas cosas para nuestros afiliados”.