Chelsea y Manchester City se medirán en la Final de la UEFA Champions League
La final de la mayor competencia europea a nivel clubes volverá a tener a dos equipos ingleses como protagonistas, al igual que en 2019, cuando se midieron Tottenham y Liverpool. Se jugará el sábado 29 de mayo en Estambul.
La mayor cita del fútbol europeo a nivel clubes del año ya tiene a sus equipos protagonistas: Chelsea, que eliminó a Real Madrid en las semifinales, y Manchester City, que hizo lo propio frente a Paris Saint-Germain. Se jugará en el Estadio Olímpico Atartuk, en Estambul, Turquía.
Los dos equipos ingleses tuvieron caminos distintos pero igualmente difíciles hacia el partido definitorio. Manchester City clasificó primero de su grupo y tuvo encuentros con dos equipos alemanes (Borussia Mönchengladbach y Borussia Dortmund) antes de eliminar al peligroso PSG, finalista de la edición anterior.
Será la primera vez en la final para muchos de sus jóvenes jugadores pero no para Guardiola. La última vez del técnico en una final europea fue en la temporada 2010/11 cuando se coronó campeón con Barcelona por última vez.
Los citizens jamás han logrado ganar la máxima competencia europea y tienen un equipo ambicioso y joven, con un juego vistoso y basado en la posesión que podría llevarlos a la gloria.
El equipo londinense, por su lado, intentará conseguir su segunda “orejona” después del título de 2012. En su camino se cruzó con los dos equipos capitalinos de España, Atlético de Madrid y Real Madrid, y con el Porto. Thomas Tuchel, el entrenador francés de Chelsea que reemplazó recientemente a Frank Lampard, tiene el extraño record de haber llegado a dos finales consecutivas con dos equipos diferentes, habiendo dirigido la final pasada de PSG.
En cuanto a jugadores los blues se reforzaron muy bien en el mercado de pases, incluso excesivamente, de la mitad de cancha hacia adelante. Compraron, por ejemplo, no solamente a la gran promesa del fútbol alemán sino también a su inmediato perseguidor: Timo Werner y Kai Havertz respectivamente.
Será la primera final entre dos equipos que apuestan a un modelo de inversión directa de sus dueños extranjeros, uno que se ha hecho más común a lo largo del tiempo en otros clubes como el propio Paris Saint-Germain. Esto, sumado a los recientes forcejeos entre UEFA y los clubes poderosos de Europa por el intento de creación de una Superliga, podría indicar que la forma de administración y la forma en que compiten estos equipos esta cambiando aceleradamente. Nos adentramos en un futuro desconocido para el fútbol de clubes.
Más allá de las controversias lo cierto es que la pelota está lista para rodar en Estambul. Si nos asomamos a los encuentros recientes entre ambos clubes nos llevamos la sorpresa de que Manchester City goleó 6 a 0 a su rival, y que de hecho Chelsea no vence al equipo de Guardiola desde junio de 2020.
Pero lo más curioso es que, por esas coincidencias del fútbol, el sábado 8 de mayo, el fin de semana inmediato de la clasificación de ambos a la final, se enfrentarán por Premier League. Será un campo de pruebas interesante donde ambos técnicos podrían esbozar un poco lo que será la próxima final.
Por Bautista Correa