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Sociedad

CONSUMIMOS ENGAÑADOS

Cuando visite un supermercado y recorra las góndolas, acuérdese que -así como las monedas -, los productos también tienen cara o cruz.

En el frente del envase va leer, «sin grasas trans» «fortificado con hierro», pero en el revés del envase va a encontrar un largo listado en letras minúsculas, de ingredientes que no se sabe que son.
Tenemos necesariamente que adquirir el ejercicio de leer é interpretar lo que consumimos. Las etiquetas son la comunicación de la empresa y su ocasional cliente y por reglamentación su información debe ser verídica.

Claro, como todo en este país, hecha la ley, hecha la trampa. y hay que saber mirar entre líneas, tanto el frente como el revés del envase.

Para tener en cuenta; Los ingredientes aparecer siempre de mayor a menor, es decir, de lo que más a lo que menos tiene el producto de referencia.

Si los ingredientes son más de cinco (5) se considera que el producto es un ultra procesado, ya que generalmente en la etiqueta se suman aditivos, colorantes y saborizantes que NO son alimentos.

Siempre hay que estar atento a la famosa Porción, porque los valores nutricionales los dan basados en esa porción y no en el envase completo.
Mire siempre la denominación de venta de alimentos. Tal vez lea la palabra Leche bien grande, pero en letra chiquita puede decir «alimento lácteo a base de leche» y No es lo mismo.

¿Cree que ese snak «saludable» no tiene azúcar? Si el envase tiene estas especificaciones; jarabe de malitol, jarabe de glucosa, jarabe de maíz (jmaf), fructuosa y melaza, Todas son azúcares en grandes y dañinas proporciones.

Cuidado con la palabra «light». El Código Alimentario Argentino permite etiquetar con la palabra light todos aquellos productos que reduzcan en un 30 % alguno de los productos de su versión original. Así una galletita o un chocolate light puede haber bajado su aporte graso, pero no los azucares.

Recuerde que todos los alimentos que no tienen derivados de carnes rojas son libres de colesterol. Agregarlo en los envases de productos de origen vegetal es publicidad engañosa.

La lista es mucho más extensa, pero con este puñado de consejos alcanza para que Ud. esté más alerta y pueda elegir más a conciencia los productos que consume junto a su familia.

Antes de llenar su alacena recuerde: la información correcta siempre nos empodera.

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