Periódico independiente de la provincia de Mendoza

Deportes

Equitación: El mendocino que se quedó en Bélgica por la pandemia y pudo cumplir su sueño

7 DE NOVIEMBRE, 2020

Sergio Mesa viajó a Europa para asesorar a su hijo Lucas, en la etapa previa a la participación del joven en los Juegos Olímpicos de Tokio. El destacado entrenador tuvo que quedarse por pandemia COVID-19. Esto le permitió adquirir experiencia y adentrarse en el mundo de los caballos, en un lugar potencial del deporte.

Sergio Eduardo Mesa es profesor de Educación Física y ha dedicado su vida a la equitación.

Desde 1974 practica equitación y salto de obstáculos, 12 años después se convirtió en entrenador de esas disciplinas. Tiene conocimientos de herrajes y cuidados de caballos en establos; pertenece a la nómina de los Diseñadores de Pista de Federación Ecuestre Argentina y no deja de capacitarse y perfeccionarse.

El múltiple campeón en la década del 80, es papá del representante de la selección nacional, Lucas Agustín Mesa y es propietario de la Escuela de Equitación y Pensionado de Caballos “El Establo”.

Los primeros meses del año, el deportista de 54 años se trasladó a Europa, donde recorrió campos de entrenamiento de España, Portugal y Bélgica. En Portugal se reunió con su hijo Lucas, al que acompañó como adiestrador, ya que se encontraba preparándose junto a otros jinetes argentinos, previo a su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Por entonces, Lucas alcanzó a regresar a Buenos Aires, donde está desde marzo; no así su papá, que quedó aislado cuando el virus se hizo sentir en el Viejo Continente. Sergio encontró refugio en la caballeriza de dos amigos, Emiliano y Luciano Segovia, argentinos que desde hace años residen en España y se quedó allí trabajando durante varios meses.

Su pasión por los caballos viene de familia, ya que su padre anduvo a caballo toda la vida y su abuelo fue encargado de la Estancia Encón, en Tupungato. Ambos acompañan a Sergio y a su hijo en la pasión por este deporte.

El profesor compartió que “hasta el día de hoy nos acompañan, tanto a mí como a mi hijo, en los concursos, son fanáticos. De hecho, son socios
vitalicios del Club Hípico. Es una pasión familiar”.

El mendocino comenzó a practicar equitación a los 9 años y así lo recuerda: “Empecé a ir al Club Hípico en 1974 y tuve mi primer caballo, con el que aprendí a andar. Me enseñó inicialmente un caballerizo (quien cuida los caballos) y luego tomé clases con un profesor. Aprendí a saltar y en 1978 empecé a competir”.

Desde ese momento, Sergio participó en numerosos concursos hasta el año 85. “Me fui haciendo jinete, me fui perfeccionado y me fui acomodando. Tomaba clases cada vez que iba a concursos interprovinciales, por la falta de profesores acá en la provincia. Y quizá eso fue lo que generó la necesidad en mí de convertirme en profesor en Mendoza”, expresó.

Desde entonces y hasta la actualidad, el jinete de Chacras de Coria, se desempeña como profesional montando, dando clases o compitiendo con caballos de otras personas.

Su estadía en Europa, una experiencia inolvidable

“Mi disciplina siempre fue salto a caballo y siempre mi objetivo estuvo en poder expandirlo a nivel internacional y este año tuvimos la posibilidad. Lucas estaba preseleccionado para las olimpiadas de Tokio 2021, fuimos a Europa y estuvimos 45 días en algunas competencias. El alcanzó a regresar a la Argentina y yo me quedé con el caballo en España y de ahí tuve que ir a Bélgica a devolver el caballo con el que estaba compitiendo Lucas, que era alquilado”, relató el entrenador.

Y continuó: “Allí se me dio la posibilidad de trabajar en una caballeriza, conocí el mundo de los caballos, en esa zona es donde están los mejores jinetes del mundo, están las mejores caballerizas, en un triángulo entre Holanda, Alemania y Bélgica, se dice el 70% de toda la actividad está ahí”.

Visitar esos lugares fue muy enriquecedor para Sergio, ya que pudo ver grandes competencias, tuvo la posibilidad de competir, tanto en España como en Bélgica. “Si no hubiese sido por el COVID-19, quizá yo me hubiera vuelto antes y esa imposibilidad de volver me permitió vivir todo eso.

Cuando se habilitaron las competencias en junio tuve la posibilidad de competir. Cumplí el sueño de ver saltar a mi hijo en Europa, de saltar yo y ahora dentro de los proyectos estaría ir un tiempo a Buenos Aires, hacer una base ahí y después seguir por México y volver a EEUU. Es mi objetivo seguir conociendo, seguir aprendiendo y seguir estando en el primer nivel. Pienso hacer equitación toda mi vida”, aseguró.

Su regreso a Argentina

Sobre su retorno a la provincia explicó que “el 1 de septiembre deje de trabajar en Bélgica, porque me habían comentado que el clima se ponía pesado y frío y tenía que resolver varias actividades en Mendoza. Vine para tomar un impulso, quiero viajar hacia México y EEUU. Mi idea es seguir montando y volver a las competencias. En 2016 volví a estar en las competencias de Gran Premio. Y he tratado de no bajar ese nivel, quiero terminar mi trayectoria hípica compitiendo, con las clases como acompañamiento”.

En cuanto a su trayectoria como profesor, Sergio expresó: “He tenido muy bueno alumnos, muy buenos competidores y eso siempre me hizo saber que por lo menos un legado un nombre ha quedado en la historia de la equitación”.

Finalmente, el destacado profesional manifestó: “La equitación es todo en mi vida, desde 1974 al 2020, es todo. Mi familia rondó alrededor de la equitación, de los concursos, del Club Hípico, del establo, la mayoría de las personas que conozco son hípicos: amigos, alumnos, clientes, propietarios de caballos. La equitación siempre fue lo numero uno, tanto a nivel económico como a nivel pasión. He tenido la suerte de tener varios logros y menciones que me hacen muy bien al alma. Siempre quise que la equitación de Mendoza fuera de las mejores”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *