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Opinión

LA DEUDA EXTERNA: UNA ESPADA DE DAMOCLES

La negociación de la deuda externa bajo la ley de Estados Unidos es un gran alivio para las cuentas públicas del gobierno argentino, que obtuvo un 45 % de quita y los pagos comenzarán en el 2025.

Se acordó con el 99 % de los bonitas con un plazo de cinco años y una tasa de interés del 3.07 por ciento.

El problema es que el nuevo perfil de vencimientos, teniendo en cuenta un resultado similar con el canje de los títulos en moneda extranjera bajo legislación argentina, tiene una concentración de pagos a lo largo de toda la década que va desde el 2025 al 2035.

A esto se debe agregar el pago de los 49 mil millones de dólares que se re programaron al Fondo Monetario Internacional, y que según se anticipó ocurrirán sus pagos en el mismo periodo, llegando al 2038.

En definitiva, como es casi una costumbre, la espada de damocles de la deuda externa la deberán afrontar los tres próximos gobiernos y difícilmente lo hagan con recursos propios.

En total, a partir de 2025 y por diez años Argentina deberá afrontar pagos por 17mil millones anuales, sin contar con la posibilidad de caer en default, o buscar nuevos financiamientos internacionales, mercados financieros esquivos para nuestro país.

Si en cambio si los próximos gobiernos no quisieran tomar nuevas deudas y pagar toda sus obligaciones en moneda extranjera, deberían contar con un superávit Fiscal de al menos el 3 por ciento del Producto Bruto Interno, algo muy difícil de lograr si nos atendemos a nuestro crecimiento económico. Este año el PBI tendrá una caída del 10 %.

Es que es muy difícil hacer un diagnostico sobre cuando nuestro país superará los efectos económico de la pandemia. La cuarentela larga y en continuidad afectó fuertemente la producción, los ingresos , el trabajo y el consumo.

El elevado déficit fiscal de este año se calcula en el 10 % del PBI y es financiado mediante una fenomenal emisión monetaria que atraerá en un futuro próximo una hiperinflación como en décadas anteriores.

En la actualidad, la inflación se mantiene baja mediante medidas como mantener las tarifas públicas, incrementar la política de precios y la elevada demanda precautoria de dinero ante al emergencia, el dólar se mantiene estable y se retira la emisión a través de Liquida y de pases pasivos en hacen los bancos privados.

Con todo esto es muy difícil para el gobierno lograr la recuperación pospandemia y mucho más difícil mantener las condiciones.

Héctor Ariño
Periodistaobservador@yahoo.com.ar.

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