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Sociedad

Las polémicas centrales termoeléctricas de Pilar permanecerán clausuradas

Mientras dure el juicio,la Cámara Federal de San Martín ratificó la decisión del juez federal de Campana, Adrián Charvay, que había frenado la puesta en marcha de las generadoras Matheu II y III
Después de tres años, la Justicia le dio la razón a los vecinos de Pilar y ordenó clausurar dos termoeléctricas que funcionan en el límite con Escobar, mientras dure el juicio principal en el que se solicita la erradicación de las empresas.

Un nuevo pronunciamiento de la Cámara Federal de San Martín ratificó este martes la decisión del juez federal de Campana, Adrián Charvay, que había frenado la puesta en marcha de las generadoras.
Las dos termoeléctricas, conocidas como Matheu II y III, son foco de protestas vecinales desde hace más de tres años. Las instalaciones están ubicadas en la Ruta Provincial 25 y la calle Alborada. Entre las dos, tienen una potencia de 500 MW y están catalogadas como industrias categoría 3, peligrosas desde el punto de vista ambiental. Las demandas judiciales fueron promovidas por la Asociación Civil JUVEVIR y el grupo “1810 Vecinos Unidos por Pilar”, contra Araucaria Energy SA y contra APR Energy SRL.

Para los habitantes que rodean las instalaciones, uno de los fundamentos principales es que el Organismo para el Desarrollo Sustentable bonaerense (OPDS) y la Autoridad del Agua de la provincia hicieron un análisis de los proyectos “Central Matheu II” y “Central Matheu III” en forma individual, sin contemplar el efecto acumulativo que podría tener sobre el ambiente la operación simultánea de ambas centrales térmicas.

Entre las dos generadoras tienen una potencia de 500 MW y están catalogadas como industrias categoría 3, peligrosas desde el punto de vista ambiental
Entre las dos generadoras tienen una potencia de 500 MW y están catalogadas como industrias categoría 3, peligrosas desde el punto de vista ambiental
“La vida se nos ha tornado en un infierno. Los ruidos que generan estas termoeléctricas son tortuosos y las vibraciones se sienten tanto en nuestro cuerpo, en nuestra casa y en nuestros bienes. Ya no salimos a la puerta o al jardín de nuestras propias casas como antes. Elegimos el cuarto más alejado donde poder quedarnos encerrados mientras los ruidos invaden todo nuestro hogar. No queremos volver a nuestros hogares porque sabemos lo que nos vamos a encontrar: ruidos, vibraciones, acompañados por el silencio más cruel de quienes nos deben proteger y cuidar, los funcionarios públicos. Nos cuesta dormir porque el ruido y las vibraciones no cesan”, expresaron en un petitorio en la plataforma Change.org los vecinos, que no han detenido su lucha a pesar de los sinuosos caminos de las presentaciones judiciales.

“Elegimos vivir alejados del ruido. Elegimos una zona abierta en la naturaleza donde criar a nuestros hijos, donde un día normal el ruido era nomás de 35.5 decibeles. Hoy nuestra vida es otra”, expresan los vecinos.

“Desde las termoeléctricas al pueblo de Matheu hay 250 metros, a Los Pilares unos 400, a Campo Chico unos 750, a Campo Grande unos 950, a Pradera unos 1.000, al barrio Saint Matthews unos 1.680 metros y al Colegio Saint Matthews 2.230 metros. En el radio de los 1500-2500 metros se ubica el country Lagartos y en el radio de 2.500 a 4.000 metros quedan aún más urbanizaciones incluyendo La Lomada, Ayres, Highland y Farm Club”, explican en una de las presentaciones que se hicieron ante la justicia.

En el fallo, dictado en 2017 por Charvay, el magistrado dio por acreditados los potenciales efectos nocivos para la salud y el medio ambiente que podrían generar las termoeléctricas. El juez también tuvo presentes los cinco millones de litros diarios tomados del acuífero Puelche que requeriría el funcionamiento. En ese marco, señaló el riesgo que implica para el agua potable, teniendo en cuenta que un alto porcentaje de la población de Pilar y Escobar se abastece a través de perforaciones.

Los vecinos de la zona vienen presentando denuncias desde hace más de tres años
Las dos compañías apelaron a la Cámara Federal de San Martín, que finalmente falló a favor de las termoeléctricas por considerar que no existía cuestión susceptible de ser revisada por la Justicia (“caso” o “controversia”), hasta tanto no se expidieran de modo definitivo las autoridades de aplicación de la provincia de Buenos Aires (OPDS, Autoridad del Agua, Municipalidad de Pilar). Contra esa sentencia, los accionantes acudieron en queja ante el máximo tribunal.

Luego, en diciembre pasado, con el voto de los jueces Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti, la Corte dejó sin efecto la resolución de la Cámara Federal de San Martín y mandó a dictar un nuevo pronunciamiento en base a un dictamen de la procuradora fiscal que valoró el posible daño al medio ambiente.

Es ese pronunciamiento se estableció que las empresas quedan clausuradas preventivamente en virtud de los principios precautorio y preventivo, mientras dure la tramitación del juicio principal en donde se solicita la erradicación.

Matheu II y Matheu III son dos de las 20 centrales térmicas que el Ministerio de Energía licitó durante la gestión encabezada por Mauricio Macri y que adjudicó en distintas ciudades del país, sumando 2.800 MW de generación eléctrica a todo el sistema interconectado.

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