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Economía

Llega el «viernes negro» tarifario que llevaría a 1,7% la inflación de diciembre

Desde el viernes regirán las nuevas tarifas de luz y gas. Y las petroleras terminan de analizar sus costos para ajustar las naftas por la suba del crudo y del bioetanol.

La semana que empieza podría vivir un verdadero «viernes negro» que obligaría a replantear caminos para llegar a las metas oficiales. Es que los inminentes aumentos de las naftas, la luz y el gas previstos para el fin de esta semana le pondrán un piso de 1,7% a la inflación de diciembre. Ese es el cálculo realizado por Gabriel Zelpo, economista jefe de la consultora Elypsis. La estimación para el último mes de 2017 es de un 2,8%, teniendo en cuenta el empuje del consumo en las Fiestas de fin de año y las subas en las prepagas (de 6%), entre otras.

Para Zelpo, la inflación cerrará el año en 25%, muy por encima de la reciente estimación del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne (21%).

Por cuarta ocasión en el año, las petroleras ajustan detalles para subir esta semana los precios de las naftas entre un 6% y un 10%, motivados por el alza internacional del crudo.

El día después de las elecciones de octubre, las naftas y el gasoil aumentaron entre un 9% y un 12%. Horas más tarde, el presidente de la petrolera estatal YPF, Miguel Gutiérrez, habló con los medios para presentar el Plan Estratégico para los próximos cinco años de la compañía y aseguró que no veía un mercado donde todas los meses hubiera cambios en los surtidores. Sin embargo, el incremento que se viene será la segunda actualización desde aquella frase, ya que a principios de noviembre hubo una reducción de 1,5% en las naftas por la baja de los precios de los biocombustibles, resuelta por el Ministerio de Energía.

La parcial marcha atrás de Juan José Aranguren materializada la semana pasada, frente al reclamo de los productores de biocombustibles -que a principios de este año vieron caído el comercio con Estados Unidos y ahora enfrentaron este nuevo disgusto- provocó la crítica de YPF, que ya analiza el impacto en sus costos.

Al igual que a Gutiérrez, otro al que el tiempo no le dio la razón fue el presidente Mauricio Macri, que en una conferencia de prensa al día siguiente de los comicios legislativos, auguró: «Soy optimista y creo que el combustible y el petróleo en el mundo van a volver a bajar». Desde ese entonces, el crudo Brent saltó un 10%, de u$s 57,75 por barril a u$s 63,47 el pasado viernes, lo que significa una buena noticia para las petroleras con intenciones de invertir en Vaca Muerta (más fondos para su desarrollo) y un costo extra para los consumidores en Argentina.

Cuando se concrete este ajuste, la nafta argentina, que ya es la segunda más cara en América Latina (a u$s 1,25 el litro, según la web Global Petrol Prices está en línea con Chile y Brasil), se disparará y se acercará a los precios de Uruguay, el país más caro para cargar combustibles en la región.

En 2016, la nafta aumentó un 31% y quedó por detrás de la inflación. En el corriente año, la suba fue de 25% y, si la próxima actualización fuera de 10%, quedaría en 37,6%, muy por arriba de la cifra que mostrará el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Diciembre caliente

Además de la suba de las naftas, el último mes del año vendrá con los aumentos de luz y de gas -38% y 45%, respectivamente-.

En los días previos al inicio del verano, el Estado reducirá subsidios y las distribuidoras eléctricas tendrán mayores márgenes para intentar disminuir la cantidad y la duración de los cortes. Las nuevas tarifas regirán desde este viernes, un auténtico «Black Friday»

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