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Opinión

NUMEROS QUE NO CIERRAN

Estamos viviendo un mundo que retrocede y que provoca desazón en los seres humanos. A más de un año de la pandemia del Corona Virus que,al parecer es cambiante para atacar, ahora la segunda ola tiene al maltraer al mundo moderno de la Europa y la América.

Mientras las potencias se alían y pelean en la lucha para lograr la vacuna salvadora que provoque la derrota del virus de la muerte.

En nuestro país, que no está ajeno a la guerra de vacunas,anunció que en diciembre o en enero, mucho antes que se logre el arreglo con el Fondo Monetario Internacional estará la vacuna rusa y norteamericana para vacunar a la mayoría de los argentinos.

Y de paso miramos los números de la maltrecha economía y hay una especie de tranquilidad en el Gobierno al reconocer que bajó el gasto público y desaceró el déficit fiscal en el último bimestre del año. Sin embargo, calladamente, el Gobierno Nacional metió un nuevo impuesto y es a las compras por tarjetas de crédito. 1,2% cada cien mil pesos que paga el propietario de la tarjeta y el comerciante que da el crédito, Pagando al contado, no se paga el impuesto. ¿hecha la ley, hecha la trampa?

El agujero fiscal del sector público nacional fue de 81.627 millones de pesos y el resultado financiero tras los pagos de la deuda, fue deficitaria en 12.680 millones de pesos. En lo que va del año el gobierno acumula un rojo equivalente al 5,1 % del Producto Bruto Interno.

Los ingresos por recaudación en Octubre fue del 28,9 %, que si bien están en niveles más amplios, esta brecha se viene reduciendo y un punto clave que el gasto está creciendo a la misma velocidad que en los meses anteriores.

Todo esto tiene un lapso para recorrer y son los ingresos totales, dado que gran parte de la economía nacional está en terapia intensiva.

Un dato para tener en cuenta, los empleados del Fondo que partieron el veinte de noviembre dejaron un mensaje preocupante para el gobierno, «argentina tiene serios problemas económicos y sociales», lo que representa las dificultades que padece el Gobierno que no tiene un plan para salir de la pandemia y encarar la normalización de la actividad.

La pregunta que carcome a opositores, politólogos y economistas es ¿puede el gobierno peronista acogerse a la oferta de una receta del Fondo Monetario? Si es así el Gobierno deberá buscar el consenso y la aprobación del arco político y empresario. Algo a la vista muy difícil de conseguir.

Héctor Ariño
Periodistaobservador@ yahoo.com.ar.

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