Un penitenciario detenido y un hombre herido tras una estafa en San Rafael
Un penitenciario terminó detenido tras una estafa que tuvo como víctima a un hombre, quien en el afán de recuperar su dinero fue golpeado duramente por el ahora sospechoso y allegados suyos.
El hecho ocurrió en la mañana de este martes, cuando un hombre oriundo de Tunuyán viajó a San Rafael para comprar un VW Gol Trend.
La víctima, de quien se reserva su identidad por pedido de los investigadores, llegó a bordo de su auto, el cual entregó como forma de pago, junto a unos $110.000 en efectivo.
Así adquirió el coche antes mencionado, modelo 2011, con sus respectivos papeles. Sin embargo, al regresar a su departamento, fue detenido en un control policial en Pareditas, donde efectivos de Gendarmería detectaron que los números de chasis y motor del coche estaban adulterados.
De esa forma, los uniformados secuestraron el coche y demoraron al conductor. Este, desesperado, se comunicó con un familiar suyo y con el vendedor, un penitenciario identificado como José Orlando López (31), quien lleva un año y seis meses en la fuerza, cumpliendo funciones en la Unidad 10 de El Cerrito.
El efectivo le dijo que «había sido un error» y que viajara de nuevo a San Rafael para recibir los papeles «correctos» del coche.
Ante esto, la víctima viajó hasta San Rafael, ya sin su auto, para obtener los papeles. La reunión fue en República de Israel al 400, donde sorpresivamente el vendedor apareció con otros sujetos.
Estos, sin mediar palabra, atacaron a la víctima y la golpearon duramente. En ese momento debió intervenir la policía, quien trasladó a los dos protagonistas de la historia a la comisaría.
Minutos después, el damnificado pudo recuperar su antiguo coche, el que había entregado en forma de pago, aunque no ocurrió lo mismo con los $110.000 en efectivo.
Tras hacer la denuncia correspondiente, el fiscal interviniente ordenó la aprehensión del penitenciario, quien ahora está a disposición de la justicia por una causa calificada «averiguación estafa».
En tanto que la víctima debió regresar a Tunuyán, sin su dinero.