Programa dirigido al abordaje del cuidado familiar de personas mayores con trastornos neurocognitivos
La comisión de Salud de la Cámara de Diputados, que preside Hebe Casado (PRO), dio tratamiento al proyecto de Ley de Marcela Fernández (UCR) que crea en el ámbito de salud de la provincia, el programa “Mayor Respiro” dirigido al abordaje de la sobrecarga ocasionada al familiar/es de la persona mayor con trastornos neurocognitivos.
La finalidad del Programa “Mayor Respiro”, será visibilizar y concientizar a la comunidad sobre el síndrome de sobrecarga que genera para la/s persona/s familiar/es, el cuidado y acompañamiento de una persona mayor con trastornos neurocognitivos, desarrollar e implementar estrategias terapéuticas de abordaje paliativo en beneficio de la/s persona/s familiar/es, de una persona mayor con trastornos neurocognitivos.
La autoridad de aplicación del programa “Mayor Respiro” podrá firmar convenios con Organismos del Estado-Municipios y Organismos descentralizados de la provincia, y/o fundaciones, Asociaciones de la Sociedad Civil, y/o actores del sector privado comprometidos con la temática.
Los trastornos neurocognitivos implican alteraciones en las capacidades cognitivas, como la memoria, la resolución de problemas y la percepción y en personas mayores implican un declive significativo de los dominios cognitivos (atención compleja, función ejecutiva, aprendizaje, memoria, lenguaje, habilidades perceptuales motoras y cognición social), teniendo en cuenta el desempeño previo de los mismos.
Según los fundamentos de la iniciativa “las estadísticas actuales mundiales, reflejan claramente el papel y perfil del familiar/es al cuidado de personas mayores dependientes, el 85% de las cifras representan que son mujeres, en su mayoría ama de casas, casadas, que posiblemente renunciaron a sus puestos de trabajo o a parte de su vida personal, ante la sobrecarga de tareas y retos constantes a los que deben enfrentar, ante una nueva situación que por lo general es desconocida”.
“Lo cierto es que habitualmente cuando un miembro de la familia necesita de asistencia, suele surgir alguien de su círculo íntimo: lo más común es que sea la hija o la esposa o compañera, y en menor medida los hijos, esposos o yernos, respectivamente”.
También se da cuenta que “se estima que el cuidado profesional de la salud supone un 12% del total del tiempo dedicado anualmente, mientras que el 88% restante lo emplean los familiares o cuidadores más cercanos en su mayoría mujeres”.
Los antecedentes del proyecto de Marcela Fernández sostienen que “la realidad refleja que, cuidar de otra persona suele tener un impacto de gran desgaste físico y psíquico, muchos de ellos se ven afectados por el “síndrome del cuidador quemado” que se manifiesta con síntomas de: ansiedad, estrés, baja autoestima, depresión, dolor de cabeza o dolores de espalda son los más frecuentes”.
Por lo que consideró “importante que no todas las tareas recaigan sobre una sola persona y que sea una responsabilidad de toda la familia ayudar en elcuidado de personas mayores dependientes. Frente a esta situación esfundamental que la/s familias puedan ser asistidas por profesionalesadecuados y que les brinden las herramientas de apoyo necesarias”.