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Salud

SOLTAR ALGO EN LA VIDA

Los seres humanos tenemos tendencia a controlar, a apegarnos a las cosas, sobre todo a lo emocional, viajamos por la vida buscando ser amados, aceptados y cuando logramos estar aferrados a esas personas o cosas nos sentimos plenos y bien.
¿Qué diferencia hay entre «soltar» y «despegarse» de las personas o cosas?

Soltar es un ejercicio voluntario, lo decidimos por motus propio y el despego es un acto involuntario, un fallecimiento, mudarse de ciudad o de barrio, son duelos que no podemos controlar.

Por tal motivo es necesario anticiparnos a la vida y soltar lo que creemos que es nuestro y entender que no somos dueños de lo que poseemos, sino meros administradores.

Cuando un se cree dueño de algo, se cree poderoso y siente que puede hacer uso sin restricciones de esa posición. Es allí cuando tenemos que comenzar a soltar, administrando lo que está en nuestras manos. Un claro ejemplo en nuestra relación con los hijos. Si nuestra relación es positiva es hora de comenzar a soltarlos.

Otro ejemplo es nuestro apego a la vida, solemos aferrarnos a ella y nos llenamos de temores, como ejemplo a morir o a que nos pase alguna tragedia. Es que creemos que la vida nos pertenece, y tenemos que aprender a soltarla, la vida no es nuestra, es de Dios.

Si no aprendemos estas reglas de afecto, amor y humor, la vida se empeñese, se vuelve chica, nos volvemos amarretes. Piensa cómo llegamos a la vida; desnudos, y así nos iremos.

Es muy lindo ver a las personas generosas, por ellas entendieron que lo que dan no es de ellos, sino que soltar ayuda al crecimiento del otro. Sin dudas una persona generosa es rica, recordando que no hablamos de cantidades sin de actitudes. ( no es la cantidad de monedas a un necesitado, sino la actitud de dejársela en sus manos)

Si no somos capaces de soltarnos terminaremos aprendiendo la lección de manera traumática o por medio de situaciones dolorosas en la vida que nos terminan enseñando.

Hay personas que siguen relacionadas con alguien a quién debieran haber soltado hace mucho tiempo, sobre todo esas relaciones interpersonales que se terminaron pero que siguen ligadas por la bronca, el enojo y el rencor. Necesitamos soltar para ser verdaderamente libres en la vida.

En lo sentimental, el ego, el prejuicio, o no aceptar el fracaso de la pareja, impiden soltar y liberarse de aquella situación que denotó la crisis que terminó con la ruptura de la pareja.

En casos así debemos dedicamos a reconstruir nuestra vida, porque pensamos y hasta sentimos los derrumbes, una guerra, una terminación, pero aún así siempre la vida nos da una oportunidad tener una nueva vida.

Soltemos lo que nos impide crecer para abrir nuestros ojos a todo lo que la vida nos pone adelante.

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