TERCER JUZGADO CIVIL: Millonaria demanda al Saporiti por la muerte de una bebé que nació con HIV
La madre denunció que ella contrajo ese virus en el centro asistencial al recibir una transfusión de sangre y aseguró que a su nena nunca le realizaron los estudios correspondientes para detectar esa patología.
La jueza Claudia Alicia Ambrosini dio lugar, en parte, a la demanda y falló a favor de los padres, quienes ahora recibirán una indemnización de más de un millón de pesos.
El hecho en cuestión comenzó el 9 de noviembre de 2006, cuando una mujer a quien los análisis de sangre le habían salido con «valores normales» dio a luz a una nena.
Cinco días después, la mujer fue dada de alta, pero horas después tuvo que regresar al hospital, debido a que presentaba síntomas de infección y un cuadro hemorrágico.
A raíz de esto fue sometida a algunas transfusiones de sangre y la bebé fue internada durante 15 días.
Tras el alta, la menor volvió a ser llevada al hospital en diciembre, con un diagnóstico de bronquitis. Por esos días presentaba fiebre, neumonías, fracturas, anemia y retraso psicomotriz.
Por la gravedad del cuadro, el 26 de enero fue derivada al hospital Notti, donde los médicos le pidieron en calidad de «urgente» un examen de HIV, siendo el resultado positivo.
Ante esto, la madre también fue sometida al mismo análisis y se detectó que ambos eran portadoras de HIV.
Según la denuncia de los padres, antes del alumbramiento, ninguno era portador del síndrome de inmunodeficiencia adquirido, por lo que sostuvieron que fueron infectados durante el parto.
Lo cierto es que producto de esa enfermedad, la menor vivió un año y medio con múltiples inconvenientes y terminó falleciendo el 20 de marzo del 2009.
Los padres demandaron al hospital Saporitti y al Perrupato, donde también fue atendida la madre, y la justicia entendió que el primero de estos nosocomios era responsable en el fallecimiento de la bebé.
«Las pruebas del proceso dan cuenta que la sintomatología que presentaba la niña permitía sospechar, en una niña con retraso psicomotriz y procesos infecciosos reiterados, la causa de las enfermedades que padecía y que, por lo tanto, era necesario realizar un análisis que descartara o confirmara la presencia de HIV en sangre», afirmó la jueza en sus fundamentos.
En base a esto entendió «que existió error de diagnóstico que, conforme la sintomatología y enfermedades que cursaba la niña no advirtió que eran indicadores de la necesidad de descartar inmunodeficiencias inclusive infección por VIH».
Por esto «el centro de salud público responderá en forma objetiva y directa por incumplimiento de la obligación de seguridad conforme los parámetros y normas», afirmó la magistrada.
En tanto que aclaró que «al no tener la certeza» que la bebé hubiese sobrevivido si se detectaba la enfermedad a tiempo, sólo aceptó la demanda por «pérdida de chance», por lo que la indemnización fue menor.