VINO NUEVO Y GRANIZO
Como todos los años entre setiembre y noviembre la provincia se encuentra en la vigilia por las heladas y las tormentas que afectan las cosechas.
Este año se registraron bajas temperaturas en octubre que afectaron unas 3 mil hectáreas de viñedos de las cuales la mayoría eran de la zona este.
Aunque este año se calculan unas 16 mil hectáreas afectadas por el granizo, cuando los aviones de la lucha antigranizo hicieron sus primeros vuelos en octubre y desde entonces se produjeron tormentas graniceras y de lluvias fuertes en las zonas productivas. El 2021 viene regular para las cosechas, la falta de precio, la incongnita sobre el mercado interno y las exportacioes son nuevos desafíos para la industria vitivinícola y conservera.
De todos modos, el balance del año 2020 para la vitivinicultura ha sido positiva, en el medio de la pandemia, el consumo interno aumentó el 8,3 % lo que representó una venta de 54 millones de litros de vino, y se vendieron al exterior un 35,8% más, que si bien no dejaron los dólares lo esperado por la crisis económica y la pandemia, el balance final es positivo para este 2020.
Para los especialistas la temporada está dentro de lo esperado. De hecho, dadas las características del denominado «Niño», hasta diciembre se ajustan los pronósticos.
La tarea del Gobierno es mitigar los daños causados por las tormentas, teniendo en cuenta que estamos en una zona de alta frecuencia de tormentas. Con relación a otros países se observan similares características en la lucha, aunque Mendoza es la única que utiliza aviones para sembrar las nubes graniceras.
La provincia cuenta con gran información satelital y de pronósticos para vigilar en forma eficiente las novedades de tormentas en zonas productivas.
Héctor Ariño
Periodistaobservador@yahoo.com.ar.