Analizan reglamentar la profesión del Acompañante Terapéutico
La comisión de Salud Pública, presidida por la diputada Liliana Pérez (UCR), recibió a Leticia Erice de la Universidad del Aconcagua, que desde el año 2012 tiene la carrera de Acompañante Terapéutico, con el objeto de continuar analizando el expediente referido a la regulación de la profesión de Acompañante Terapéutico en la provincia de Mendoza.
“Es un campo laboral amplio, donde se pasa mucho tiempo con la persona y la familia”, reflexionó Erice, y si bien “son varios los institutos que dan curso” al respecto, “no están regulados por nadie, ni matriculados, aclaró.
Es por ello que consideró “positivo”, que se esté desarrollando una ley que regule al profesional, su formación, deberes y derechos, que lo ayudaran a tener “un marco” que les diga cuales son los límites y posibilidades y dejarán de “estar desamparados” y que “se les pague poco”, entre otras cosas.
Además, resaltó que “el acompañante es un representante institucional”, que “asegura el cumplimiento del tratamiento, ya que hace lo que decide el equipo terapéutico”.
Respecto al proyecto de ley, la licenciada hizo observaciones respecto a las funciones, deberes y derechos del acompañante terapéutico. Por ejemplo, que pueda aceptar luego de un periodo de prueba trabajar con el paciente, ya que “no se trabaja con casos sencillos, son muy graves” y hay un contexto familiar que está involucrado.
Del mismo modo, observó que es importante que los acompañantes tengan una credencial que establezca el nombre del paciente y su desempeño; y que se piense en la posibilidad de obligatoriedad de “un seguro de mala praxis” y algún seguro similar al de “accidentes personales”, que lo cubran, ya que en la mayoría de las veces están en situaciones de riesgo.
Asimismo, explicó que es importante establecer que los acompañantes expliquen cuáles son sus funciones, objetivos, horarios y demás relacionados con el acompañamiento y que responda siempre al tratamiento que el profesional de la salud establezca.
También, Erice señaló la importancia de que dentro de la formación se tenga en cuenta la ética profesional.
A continuación, se analizó la posibilidad de exigir una matrícula. En este sentido, se conoce que solo la universidad de Aconcagua tiene esta especialidad, por lo que seguirá evaluando opciones que permitan que sea el Estado con colaboración de la Casa de Estudio, quien valide a los que actualmente se están desempeñando en esta labor.
Pérez señaló que “hay muchos chicos que han realizado los cursos y es su fuente laboral”, además de que es “una necesidad que manifiesta la sociedad” y requiere de su regulación, por lo que seguirán profundizando en el expediente.