Cajeros automáticos, un problema sin solución

Como cada fin de semana largo, los cajeros automáticos de los bancos volvieron a quedar sin dinero muy rápidamente, y generaron molestia en muchos, y zozobra en algunos que directamente debieron pasar una Semana Santa de privaciones.

Uno de los problemas que se reconoce públicamente es que, frente a la escasa capacidad de almacenar billetes, no hay modo de que el sistema funciones, ya que no hay denominaciones necesarias como los de 500 o 1000 pesos, que según los flujos económicos, ya deberían estar entre nosotros desde hace tiempo. El gobierno no aumenta las denominaciones para que no se perciba la inflación, y el sistema electrónico, entonces, no tiene modo de adecuarse.

Además, la semana fue atípica porque, al paro del martes, también se sumó que fue día de cobro para estatales, entonces con eso ya alcanza para que los cajeros agoten su contenido, y los bancos no se preocupan mucho por las recargas.

Un lector, por ejemplo, se quejó de que en el banco donde cobran jubilados no sólo pararon el martes sino que desde el lunes no permiten sacar dinero por los cajeros, y además cargarían los cajeros una vez al día, después de las 14, mientras los demás bancos cargan los cajeros cuando ingresan a las 8 de la mañana y a las 14 cuando se van.

Hay que destacar que los bancos no hacen beneficencia, todos estos servicios los cobran a los usuarios, y por ello tienen la obligación de prestarlos, y en estos casos la situación es completamente previsible.