COLAPSO JUDICIAL
La decisión de recortar el nombramiento de empleados en el Poder Judicial, especialmente en el Ministerio Público Fiscal, política llevada adelante en los últimos 5 años, ha producido de que hoy tengamos más caciques que indios.
La imagen lo ilustra todo.
Dos Unidades Fiscales sensibles como la de Violencia de Género y la de Integridad Sexual son prueba de que hoy la justicia no está actuando con la debida diligencia.
Las víctimas deben esperar horas para ser atendidas.
Más protección tiene un cliente bancario protegido por la Ley de Defensa del Consumidor que una mujer víctima de violencia de género o menores víctimas de abusos.
Las causas se acumulan, no faltan caciques, sino lo que faltan son indios para gestionar en papel o digitalmente las causas.
Grandes demoras para hacer ingresar las causas al sistema digital del Ministerio Fiscal.
Falta de respuesta a los escritos presentados por los profesionales.
Para aquél o aquella que no tenga asistencia jurídica privada, los tiempos pueden ser eternos.
La excusa es el presupuesto, pero se olvidan que una de las obligaciones del Estado es brindar Justicia, algo que día a día se está deteriorando.
Alguien debe recibir las denuncias y atender a las víctimas.
Esto nada tiene que ver con lo digital, no todas las víctimas pueden acceder en forma virtual, aunque aun así hay grandes demoras, de meses, en dar respuesta, y los expedientes duermen por falta de mano de obra.
El Estado es responsable, esto se llama revictimización, y esto genera daños, y estos se deben reparar.
Como son temas de derechos humanos, parece que el Estado Provincial está esperando tener una sanción internacional para dar respuesta, y seguramente quejarse de los millones de dólares que deberá pagar para reparar todos esos daños.
Carolina Jacky