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Sociedad

El teletrabajo en el ámbito educativo fue analizado en Legislación y Asuntos Constitucionales

La comisión de LAC se abocó al estudio de un proyecto de Jorge Difonso (FR-UP), que tiene por objeto establecer los presupuestos legales mínimos para la regulación de la modalidad de Teletrabajo en el ámbito educativo.

Para ello, convocó al director Asuntos Jurídicos de la Dirección General de Escuelas, Sebastián Boulin, quien brindó su opinión al respecto.

Según el proyecto, “los docentes y personal directivo y no docente, gozarán de los mismos derechos y obligaciones que las personas que trabajan bajo la modalidad presencial y su remuneración no podrá ser inferior a la que percibían o percibirían bajo la modalidad presencial. Eventualmente, podrá convenirse una combinación entre prestaciones presenciales y por teletrabajo”. Además, dispone que la jornada laboral “será idéntica a la que rige en la actualidad y eventualmente podrá ser modificada en paritarias del sector educativo. Las plataformas y/o software utilizados a los fines específicos del teletrabajo, deberán desarrollarse de modo acorde a la jornada laboral establecida, impidiendo la conexión fuera de la misma”.

Plantea además, el derecho a la desconexión digital, horarios compatibles con las tareas de cuidado a su cargo de personas menores de 13 años; elementos de trabajo y la voluntariedad y reversibilidad de traslado de una modalidad a otra, entre otros aspectos.

“Lo impulsamos teniendo en cuenta que la presencialidad todavía no se consigue y no se sabe en qué momento se va a lograr nuevamente”, dijo Difonso.

Al respecto, el funcionario de la Dirección General de Escuelas sostuvo que “falta conjugarse con algunas normas, armonizarlo con el resto de la legislación laboral de la DGE, porque hay institutos como el ítem Zona que es propio de la DGE”.

Según sostuvo, tal como está la redacción, “haría imposible mantener ordenado el sistema, porque son miles de docentes. Hay que ver cómo respetando el derecho de los trabajadores, se pueden transmitir los conocimientos a los chicos. Un docente que un día pide acomodar los horarios para hacer clase virtual y al otro presencial, implica reorganizar a 30 chicos de un día para el otro”.

“Sería imposible acomodar los cambios horarios para miles del docentes”, manifestó, “aunque sólo el 20% de ellos soliciten un cambio de horario, porque eso implicaría adaptar el horario a miles de chicos también. El sistema podría colapsar si piden cambios de funciones sin una antelación que permita una previsión”.

Y subrayó: “Los cambios de presencialidad a virtualidad nos desorganizaría el sistema. Tal vez podría plantearse de un ciclo al otro porque puedo anticiparme, pero sería imposible de un día para el otro”.

Otro punto en el que se plantearon dudas, es el del ítem zona. “Hoy por hoy, el ítem zona se le paga a todos los docentes pero si se prevé a futuro, el ítem zona pierde sentido”. Se perdería el concepto de equidad porque “a algunos se les pagaría el 70 por ciento y a otros el 30, cuando los dos trabajan desde su casa. No se perjudicaría a nadie pero alguno de los dos ser vería en una situación injusta”, indicó Boulin.

Tras el encuentro mantenido por Zoom, los integrantes de la comisión acordaron continuar analizando esta iniciativa.

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