La candidatura de Máximo, el heredero.
Sin prisa, sin pausa. Esa parece ser la estrategia del kirchnerismo puro, a cuatro meses de las Paso y seis de las generales, para instalar en la escena preelectoral la posibilidad de que Máximo Kirchner, el hijo de los presidentes de los últimos 12 años, debute electoralmente en 2015.
Desde que el martes pasado, cuando el líder de la agrupación La Cámpora admitió en declaraciones periodísticas –primeras de tipo político por un medio de comunicación en sus 38 años de vida– la posibilidad de ser candidato este año, se sucedieron obvios pronunciamientos a favor en el oficialismo, como adversos y hasta capciosos desde la oposición.
En la entrevista radiofónica con el periodista Víctor Hugo Morales, Máximo Kirchner desmintió que tenga cuentas bancarias en el exterior; aprovechó para deslizar la posibilidad de ser candidato a algún cargo electoral, y, a tono con la estrategia practicada por la Presidenta, buscó la polarización ideológico-política hacia el 25 de octubre con el jefe de Gobierno porteño y candidato presidencial del PRO: fue a Mauricio Macri al único aspirante opositor al que puso en condición de “el adversario del proyecto”, y lo hizo con nombre propio. Pero aun lejos de poder salvarse de presentarse a la Justicia por las cuentas trianguladas entre Venezuela e Irán .Según la investigación periodística la cuenta junto a la embajadora Nilda Garre y su hija María Paula Abal Medina “Máximo Carlos Kirchner sería uno de los cotitulares de la cuenta abierta en el banco Felton de Delaware, EE.UU., que había manejado Nilda Garré, según dos fuentes y un documento consultados por Clarín.
Habría otra cuenta abierta en el Morval Bank & Trust Ltd de las islas Caiman que llegó a tener 19.845.300 dólares. Según las fuentes en esta cuenta también figurarían Garré y Máximo. La revista brasileña Veja afirmó que también estaría como cotitular la hija de Garré, María Paula Abal Medina”. En total, según los datos periodísticos, ambas cuentas habrían manejado más de 41 millones de dólares.
Volviendo al hecho político, si Máximo es el heredero, el plan de los Kirchner es implantar en el país una dinastía monárquica pe ro bajo la denominación de democrática, También es un proceso nepotismo donde se borran las instituciones y se actúa dictatoríamente con persecuciones de políticos opositores y leyes que no contemplan la constitución. Los gobiernos de China. Haití, Corea del Norte son claros ejemplos de dinastías tiránicas que someten a millones de seres humanos.
Hay cierto temor que la Cámpora tanga raíces maoístas sesentistas que inspiran algunos sectores que están muy conectado con el Gobierno Nacional, Habrá que estar atentos. El heredero de la dinastía se llama Máximo Carlos, no importa si estudio, solo importa que hable y se parezca a Néstor. Su madre, Cristina Fernández lo sentencio, “no quiero volver en el 2029” El que arribara será Máximo. La Historia lo dirá.