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Sociedad

LA NIÑEZ Y LA PADEMIA

Si bien todos los niños y niñas tienen una gran flexibilidad y adaptación de los cambios, no todos cuentan con la contención

Los «bajitos» a la hora de analizarlos en estos tiempos de pandemia por el Corona Virus, tendremos que observar cómo están pasando este tiempo complejo en relación con la cantidad de factores económicos, socio ambientales, culturales, familiares y personales.

Casi a un año de declararse la pandemia, los niños y niñas fueron los que primero se encerraron y resguardados permanecieron, y en ese contexto dejaron de hacer sus actividades habituales, perdieron por completo la contención emocional que brinda la rutina escolar, no se juntaron más con sus pares, amigos y docentes, se vieron obligados a dejar de practicar deportes, arte, andar en bicicleta y otras actividades sociales.

Lo peor de todo es que nuestros niños dejaron de jugar, y este es un aspecto muy importante que involucra a los hermanos y los padres. Es el juego, la caricia, el abrazo con papá y mamá, con los abuelos y hermanos son parte fundamental para que los niños crezcan con su emoción social desarrollada para el futuro.

Se debe tener en cuenta que en la mayoría de los hogares la casa se convirtió en escuela, mediante internet y celular y que en esas condiciones nuevas donde todos tuvimos que aprender, hubo además padres o madres que perdieron sus trabajos, la consiguiente disminución de ingresos, lo cual provocó un contexto familiar diferente é incluso de carencias.

Una mayor tendencia del prolongado encierro fue el sobrepeso, convirtiendo la obesidad en una pandemia en sí misma y continúa en aumento. Para los niños de la casa padecen tres factores, mayor consumo por aburrimiento, consumo de alimentos no saludables, y menor o nula actividad física.

Además hay consultas por trastornos de sueño en especial los adolescentes, por que han invertido sus horarios de sueño/vigía, ya sea por angustia, falta de rutina y uso de dispositivos tecnológicos que los mantienen despiertos. El insomnio se manifiesta no solo por la distracción sino por angustia, sensación de encierro y todo tipo de emociones.

También nuestros niños y niñas han observado cambios en la conducta, manifestando mayor rebeldía, miedos que antes no existían, llanto, apego y aparecen tic nerviosos. Incluso niños que volvieron a hacer pis en la cama, y todo esto por causa de verse solo sin tener el contacto con sus pares, por lo que les cuesta manifestar sus emociones- Otros niños y adolescentes manifiestan cambios en la vista y posturales, adhesión a las pantallas, exceso en el uso de la tecnología lo que dejará secuelas a la hora de estudiar y trabajar en el futuro.

Muchos niños y niñas tienen signos de depresión, sin voluntad para levantarse, sin articular palabra y sin momentos de juego y esto es grave en la salud emocional del joven.
Además hay que tener en cuenta que muchos niños y niñas han perdido a algún familiar querido durante la cuarentela y no pudieron despedirse por lo que le cuesta elaborar el duelo.

En estos tiempos donde todo empuja a la normalidad y las vacunas perecen estar a la vuelta de la esquina, nos ha afectado a todos y cada uno de nosotros en diferentes formas. De todos modos al parecer el año que viene las clases comenzarán en forma casi normal, aunque hasta ahora hay que estar atentos a los niños y niñas y adolescentes de la casa y ante cualquier duda consultar a un profesional preparado para estas problemáticas.

Héctor Ariño
Periodistaobservador@yahopo.com.ar.

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