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Opinión

«MORIR ESPERANDO ATENCIÓN, LA METÁFORA DEL PAMI»

ENTREVISTA. AL  DEL DOCTOR DANIEL CASSOLA ESPECIALISTA EN DERECHO PREVISIONAL

El 2015 no arrancó bien para los afiliados de la obra social más grande de América Latina. La muerte de una afiliada en la sede central del PAMI en Mendoza vuelve a poner sobre el tapete todos los problemas que desde hace años venimos comentando sobre las prestaciones del instituto.

En este caso se trató de María Córdoba, una afiliada de 75 años que sufrió una descompensación y falleció mientras esperaba ser atendida en la sede central del PAMI en Mendoza. La jubilada había concurrido allí para realizar un cambio en el carnet y la clínica en la que se atendía.

Según medios de la provincia de Mendoza las demoras para atender a los afiliados son habituales y las esperas no suelen bajar de las dos horas. Por otra parte se consigna que el servicio de emergencias tardó media hora en arribar al lugar y cuando lo hizo la señora ya se encontraba muerta, por lo que nada pudieron hacer.

La primera interrogante que surge tiene que ver con la gestión puntual de la atención al público. ¿No debería haber un médico de guardia en la sede central de la obra social en una provincia populosa donde los afiliados deben esperar hasta dos horas para ser atendidos?

La segunda cuestión aborda la situación más general del PAMI y tiene que ver con la política de recursos humanos que la institución ha adoptado en los últimos años. En el caso mendocino que citamos se refiere que las demoras de la atención se deben a la falta de personal destinado para tal fin, problema que sobre todo se agrava en enero por las vacaciones.

Al respecto la ex interventora Graciela Ocaña sostuvo que la culpa directa de este tipo de sucesos es del Gobierno Nacional y del director del PAMI en Mendoza, Marcelo Álvarez, un médico que milita en La Cámpora.

Además Ocaña informó que el PAMI tiene alrededor de 17 mil empleados en todo el país, pero afirmó que gran parte es personal político en lugar de enfermeros, asistentes y médicos. Por último reveló que Álvarez, director de PAMI Mendoza, cobra un sueldo que en junio pasado era de 70 mil pesos, y hoy podría andar por los 90 mil.

Este caso es uno más de tantos que dejan en evidencia la brecha que existe entre los afiliados y quienes conducen la obra social. Por un lado jubilados con sueldos miserables que tienen una atención de salud precaria. Del otro, un grupo político que dirige las instituciones de esos mismos jubilados y que goza de sueldos millonarios.

Una afiliada que muere esperando que la atiendan es hoy la metáfora más cruda del PAMI.

TERCERA EDAD

«El PAMI no da prestaciones de calidad»

Lo aseguró Edgardo Civit Evans, presidente de la Federación de Jubilados de Mendoza. «Por ley se dispone que los afiliados del PAMI deben recibir prestaciones de primera calidad, lo que en la actualidad no sucede. Se dispuso un sistema con médicos de cabecera, con turnos que tardan mucho en darse. Luego lo mismo con el especialista, los análisis y lo que se necesite. O sea, que por su dolencia el afiliado es atendido 45 días después, cuando los jubilados no pueden ser atendidos», comentó el dirigente.

«El manejo es completamente discrecional y está determinado por La Cámpora. Ayer hubo la intención de hacer un debate público con el director del PAMI Mendoza pero finalmente se negó porque quiere discutir con nosotros», agregó Civit Evans

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