Periódico independiente de la provincia de Mendoza

Nacionales

OBRA PUBLICA Y PRIVADA Y LA POBREZA.

Todos en el mundo de la construcción están de acuerdo con que el año 2021 será el retorno a la actividad con todo vigor.
Este año la construcción pública y privada estuvo varios meses paralizadas por la pandemia y la crisis económica.

En los últimos meses hubo una reactivación y se comenzaron a trabajar en obras de mayor tamaño aunque con menor cantidad de operarios por metro cuadrado.
No obstante las obras privadas están abiertas al 100 % pero todas se hacen más lentas por causa de los protocolos sanitarios impuestos en todas las provincias del país.

Aún en muchos lugares persiste la limitación del uso del transporte público, de los hisopados para los trabajadores, hace que las obras se hagan más costosas y lentas en su terminación.

Para los que necesitan construir, se retrasan los pagos, producto de la crisis económica, y se frenan las ventas, como el stock de productos con elementos externos en dólares que dificulta su adquisición.

Aún hay 150 mil empleos menos en el sector más dinámico de la economía, aunque las construcciones están en marcha en zonas suburbanas, aunque reservado por ahora a las clases altas que puede aprovechar le bajo costo de la producción en dólares más las nuevas tendencias de trabajar desde el hogar.

La otra tendencias es que reaparece un mercado «cepo» de vuelca en pesos sus ahorros para obras de construcción y esto es saludable para el sector.

Una mirada integral respecto a las decisiones de ahorro é inversión necesarias para el desarrollo y crecimiento continuado y significativo del país pone en foco en las necesidades de infraestructura y servicios de sectores que pueden responder más rápidamente al desafío del crecimiento capaces de generar la actividad de la construcción con empleo sustentable, permitiendo un desarrollo competitivo.

También el sector ha puesto en la vidriera la problemática de mejorar la calidad de vida de la sociedad y aumentar la productividad del país, generando en el proceso empleo y actividad en toda la economía. Se ha incluido además un efecto de la construcción en el combate a la pobreza, en varias de las decisiones a tomar en conjunto las autoridades políticas y las cámaras empresarias de todo el país.

Se informó que la Ayuda al Trabajo y la Producción que cubría durante la pandemia a 107 mil empresas y casi un millón de trabajadores que soportaron la crisis económica, con salarios de 24 mil 376 pesos mensuales llegó su fin a partir de este mes.

En su reemplazo el Gobierno anunció que seguirá el programa Retro uno y Retro dos (el primero viene de 2018) y que ayuda a las empresas subsidiando a los trabajadores con 9 mil pesos mensuales por dos meses y la empresas tendrán hasta el 31 de diciembre para anotarse.

Para el gobierno, la pobreza estructural es del 44,6% mientras que suman 7 millones los niños y niñas que viven en la pobreza de los cuales el 50% vive en la indigencia Esa es la verdadera deuda que los gobiernos nacional, provinciales y municipales no tienen vocación de solucionar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *